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HISTORIA DE LA PASANTIA RURALEl InicioLa Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Tucumán tras la reforma curricular que aprobó el plan de estudios 1989, crea la Pasantía Rural como actividad para el 7º año de la carrera de médico. La misma comenzó con sus actividades institucionales en 1995 en varias sedes del interior de la Provincia de Tucumán y las provincias vecinas de Salta, Santiago del Estero y Jujuy. Bajo la dirección hospitalaria del Dr. Juan Carlos Freijo y tras reiteradas reuniones con miembros de la Facultad de Medicina y autoridades del SI.PRO.SA. se decidió la incorporación del Hospital Lamadrid como nueva sede. La Pasantía Rural en el Hospital Lamadrid, de la cuidad de Monteros, se inauguró en el año 1996. En dicho año asumieron como instructores la Dra. Amelia Rodríguez de Nieva y el Dr. Enrique Racedo, quienes continúan en sus cargos hasta la fecha. Primeros pasos... primeros tropiezosComo toda institución o grupo humano que comienza una nueva tarea, se presentaron inicialmente muchos interrogantes, dudas e inconvenientes por parte de la misma pasantía, la facultad y la institución hospitalaria. Por parte de la Facultad de Medicina, se evidenció principalmente la poca experiencia sobre el funcionamiento y manejo de un instrumento educativo como este. El comienzo de la misma era muy reciente, lo que obligaba a efectuar constantes cambios sobre la marcha de los acontecimientos para buscar mejoras, pero que no dejaban de ser un inconveniente para la pasantía por la incertidumbre que esto generaba. La incorporación de esta nueva institución, a un sistema prestacional de salud ya en funcionamiento y con grandes dificultades, tampoco estuvo exenta de problemas. Una cuestión importante fue la resistencia, por parte de algunos de los médicos de staff del hospital, a la presencia de los alumnos, a los que consideraron como una exigencia constante en sus prácticas tanto desde el punto de vista científico como prestacional. Para el personal no médico, los pasantes significaron más trabajo, más control en sus tareas y sobre todo, el sentimiento de invasión a su propio espacio y de evaluación constante por parte de personas "ajenas" a sus servicios. La creación de espacios físicos minimamente dignos para poder vivir y desarrollar las tareas diarias; y de partidas presupuestarias dentro de distintas áreas del hospital para poder albergar a los pasantes (cocina, limpieza, lavandería) también fue un obstáculo a sortear sobre la marcha. Los LogrosLos primeros pasantes fueron Gabriela Feldman, Fabiana Reina, Carlos Palazzo, Carolina Ousset Lizondo, Alexia Díaz Moreno, y Alicia Mirabella. A ellos les tocó realizar el primer diagnóstico de situación sanitaria. A partir de éstos se abrió una nueva etapa en la Ciudad de Monteros, donde diversos grupos de pasantes, con el correr de los años, investigaron, investigan e investigarán los problemas que más comúnmente aquejan a esta comunidad. Luego, sucesivamente, distintos grupos de pasantes realizaron tareas en el Hospital y en la Comunidad monteriza. Cabe destacar el aporte realizado por las pasantías del año 2003, cuyos integrantes fueron Andrea Arcos, Alejandro Boué, Juan Corroto, Sofía Díaz, Ariel Gerez, Verónica Lencina, Emilio Logarzo, Juan Pablo Mendoza, Federico Racedo, Lucía Rey, Gustavo Socolsky y Juliana Zimerman, quienes se encargaron de la recolección de gran parte de la información utilizada para la construcción de este Sitio Web. Un Balance
Si bien indudablemente aún restan muchos inconvenientes por resolver, a 9 años del inicio, podemos decir que la tarea desarrollada por la pasantía es invalorable y hoy es una institución insustituible dentro del funcionamiento del hospital. No podemos olvidarnos en este largo camino recorrido de hechos que quedarán en la memoria de la pasantía. La presencia de los alumnos de la Universidad Favaloro desde el año 1997 al 2000 fue una experiencia invalorable, tanto para ellos porque les permitió conocer una realidad que desconocían, como para la pasantía porque permitió compartir, comparar, recibir los aportes que brindaron y reafirmar que íbamos por el camino correcto. Los trabajos de investigación realizados son una radiografía de nuestra población, de una riqueza no aprovechada. Creemos que como asignatura pendiente queda el poder realizar, a partir de ellas, planes locales que nos permitan ir superando los problemas allí detectados, y transformar a nuestra tarea de investigación de un mero hecho burocrático, necesario para recibirse, a elementos que nos permitan construir una sociedad mejor. Hoy, la pasantía está incorporada plenamente como una institución dentro del hospital, hasta el punto que sería difícil hasta para los miembros más antiguos de la institución concebirlo a éste sin la Pasantía Rural. Finalmente queremos destacar que todos nosotros contamos con la guía, el consejo, apoyo y por qué no, amistad del Dr. Enrique Racedo, nuestro instructor desde el primer día en el Hospital y en cada momento dentro y fuera del mismo. 
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